lunes, 31 de diciembre de 2007

DISPARANDO CON DARDO...
... a Alejandra Vallejo-Nágera

¿Le gusta este país? Lo que no me gusta es llamarlo "país", del mismo modo que no me agrada que se refieran a mí como "ésta" "ésa" o "tía". Siempre llamo a mi nación por su nombre, que es precioso. España me gusta a pesar de sus políticos.

¿Qué les pasa a los políticos españoles? Hasta ahora no encuentro alguno que defienda los intereses de España, sino sólo los de su partido. Un político es un empleado al que usted, el taxista de la esquina, el director de una sucursal o yo misma damos trabajo y pagamos un sueldo; pero la mayoría funciona como si usted, el taxista o yo tuviésemos que trabajar para ellos y encima seguirles pagando el sueldo. La ley se aplica de un modo tan irregular que me produce asco. Votamos en función de unas promesas que casi nunca se cumplen, y luego nos tenemos que aguantar durante cuatro años, sin derecho a echar a patadas al que promete sin cumplir. No me siento representada por los cabecillas. En la mayoría de los casos su formación académica y humana es deprimente; los currículums son tan deficientes que dudo pudiesen obtener un buen puesto en una empresa.

Parece usted un poco quemada. ¿Sólo con los actuales o tiene algo que reprochar también a los anteriores? Los últimos gobiernos han herido gravemente los dos pilares que sujetan una nación: la educación y la salud. En las cadenas de televisión se pagan fortunas a personas que no son nada, ni han hecho nada útil por nadie, que apenas saben hablar... pero que emiten con total impunidad juicios de valor sobre la vida de otras personas y encima lo hacen con léxico deplorable. En cambio se pagan miserias a los que educan a nuestros hijos y a quienes curan a nuestros enfermos. Un profesor universitario no llega a fin de mes con el suelo que recibe. Me parece vergonzoso que un famosillo de tres al cuarto gane por inaugurar una fiesta o por contar con quién se acuesta más dinero que un profesor universitario, un médico o que una enfermera.

¿Lo dice porque es hija de médico? En efecto soy hija de médico, madre de enfermera y docente, con lo que sufro el panorama por todos lados. Pero esencialmente protesto como ciudadana a la que le gustaría que sus hijos pudiesen formarse aquí igual de bien que en Inglaterra, Alemania o Estados Unidos, y también como persona a la que le gustaría ser atendida en España por el mejor cirujano cuando la ocasión lo exija.

Elija algo: Cuerpo, cabeza o corazón. La cabeza.

¿Es porque ya tiene garantizadas las otras dos? A la vista salta que usted es guapa, está sana y que tiene el corazón satisfecho... ¿Salta a "su" vista? ¡Gracias!

¿Acaso no es oro todo lo que reluce en usted? Si usted disfruta con el brillo, no seré yo quien le propicie el apagón.

¿Significa lo anterior que es partidaria de dejar a los locos con sus locuras? Usted no tiene ningún aspecto de padecer una enfermedad mental.

¿Y si se le diese señales? Le recomendaría un buen médico.

¿Cómo es un "buen psiquiatra" para usted? Alguien capaz de paliar o erradicar la enfermedad sin descuidar la sensibilidad y dignidad del paciente ni de sus familiares. Alguien a quien apetezca felicitar por Navidad o por su cumpleaños porque ayuda a sus pacientes con ciencia, responsabilidad y también con el corazón.

¿De verdad existen psiquiatras así? Por fortuna existen y yo conozco a algunos.

¿Hay un atributo de su personalidad del que se siente satisfecha?
Todo en mí es mejorable

¿Qué le inspira más ternura?
Un bebé o un niño pequeño. Por eso no me contengo ante la brutalidad con una criatura. No soporto el aborto, ni el maltrato o abuso infantil de ninguna índole.

¿Y más indulgencia? Las flaquezas del corazón.

¿Cual es el rasgo de carácter que más le molesta de otros?
Huyo del que no vive ni deja vivir.

¿Y a nivel profesional? Cualquier persona que solicita mi ayuda la obtiene... aunque no suelo darla si no me la piden. No soy de las que entra sin ser invitada.

Cuando tiene que crearse una opinión sobre alguien ¿a qué le da prioridad? Busco la coherencia entre lo que hace y lo que dice. Cuando ésta no existe, entonces me fijo sólo en lo que hace, no en lo que dice.

¿Hay algún lema o una frase que repite a menudo? Sí: "No me déis disgustos en vida y luego me llevéis flores al cementerio". La frase no es mía, sino de mi padre, que lo decía todo el tiempo. Como me parece acertadísima me la he apropiado.

¿Aprendió mucho de su padre? Todo lo que pude. Fue un hombre formidable y el mejor padre que nadie pueda tener.

¿Y le ha hecho caso en lo de las flores y el cementerio? Procuré darle las flores en vida y ahora no visito el cementerio.

Una hija modelo, vamos. No. Los modelos eran mi madre y él.

¡Ah! Por poco me induce a juzgar que usted padece un complejo de Edipo. Usted es libre de pensar lo que le plazca. Otra cosa es que esté o no en lo cierto y que juegue a ser Dios.

¿Qué le hace sentirse ridícula?
Pretender que soy lo que no soy

¿Cómo es el amor ideal para usted?
Aquel en el que reina un justo equilibrio entre lo que se entrega al ser amado y lo que se recibe de él.

¿Acaso existe un amor así? ¿No es más bien un invento del género literario? Existe, aunque conquistarlo exige voluntad y mimo. Para que una relación amorosa se prolongue en el tiempo es preciso que ambos miembros tengan ganas de que salga bien y hagan el esfuerzo correspondiente para lograrlo.

¿Cuál es el gran objetivo de su vida?
Tener afectos, no fingirlos. Vivir cordialmente, en paz y con la inteligencia suficiente para disfrutarla.

¿En qué piensa al levantarse?
En el día que tengo por delante

¿Qué hace cuando se mira a un espejo por la mañana?
Me sonrío

¿Con qué suele divertirse?
Con casi todo lo que no requiere ayuda de alcohol, drogas o estimulantes.

¿Qué hará cuando se jubile?
Lo mismo que hago ahora: trabajar en lo que me gusta

Si tiene un color preferido ¿cuál es y por qué?
El azul claro, porque me pone de buen humor

¿A qué le gusta oler?
A limpio

¿Qué tipo de escritor le atrae?
Cualquiera que tenga una buena historia y sepa contarla.

¿Ha escuchado un disco más de cincuenta veces? ¡Y más de cien! Por ejemplo, la obra "Juditha Triumphans" de Vivaldi, dirigida por Vottorio Negri. Es hermosísima.

¿Colecciona algo? No me gusta tener cosas; prefiero las experiencias. Hace muchos años comencé a coleccionar juguetes de hojalata y conservo algunos muy divertidos, pero ya hace tiempo que sólo me interesa "hacer" y "ser", no "tener"

¿Cómo le gustaría ser recordada?
Sobre todo quiero que se me recuerde en vida. Después me da completamente igual.

¿Con qué tipo de personas se siente más a gusto?
Con los que tienen mucho que decir, pero saben escuchar.

¿Qué es para usted la felicidad?
La coherencia entre aspiraciones y oportunidades.

¿Quién le hace las críticas más severas?
Mi familia, por desgracia.

¿Qué hace para que la gente se sienta bien a su lado?
Sentirme bien yo con ella

¿Cómo es su fin de semana ideal?
El que me permite hacer lo que me apetece.

¿Tuvo un ídolo en su infancia?
Me enamoré perdidamente de Peter Pan y de Julián, uno de los protagonistas de la saga de "los Cinco" (Enyd Blyton). Deseaba casrme con ambos cuando fuese mayor.

¿Cree en Dios? Sí, soy católica creyente y practicante.

¿Es de las que visita Santuarios donde aparece la Vírgen? No. Prefiero vivir la fe sin espectadores; no soy supersticiosa ni demasiado iconoclasta, llevo en el corazón la imágen de Jesús o de la Vírgen María y no necesito una representación inanimada externa. Me gustan los lugares silenciosos, las capillas vacías, los centros espirituales de retiro, las misas con poca gente y donde no hay movimiento a la hora de rezar. Y aunque suene paradógico después de lo que acabo de decir, también me gusta, y mucho, la música sacra. Ya he elegido lo que quiero que suene en mi sepelio.

¡Qué morboso! ¿Por qué? La muerte es un trámite por el que todos tendremos que pasar y prefiero que mi familia sepa con qué compañía sonora me gustaría salir de aquí.

¿Y qué ha escogido, si puede saberse? Las "Vesperas della Beata Vergine" de Monteverdi, en la versión dirigida por Gardiner. En caso de imposibilidad, entonces la "Misa en Do" o el "Ave Verum" de Mozart.

¿Tiene miedo a la muerte?
No, porque sé que detrás de ésto hay algo mejor. Sólo temo el dolor físico durante el viaje final, la carga que supondré a los que me atiendan, y también temo no tener tiempo de despedirme de las personas a las que quiero y explicarlas que allá, en el otro lado, seguiré cuidándolas.